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¿Puede una mujer alterar las estaciones del año?

Un año acaba, un ciclo de tiempo termina, para dar comienzo a uno nuevo. Somos una especie que se preocupa por medir el tiempo, todos tenemos un reloj, de pulso o en la pantalla del celular, que nos dice en qué día estamos y en cuál de sus veinticuatro horas. Esta percepción de que el tiempo transcurre, que avanza, surge de nuestra capacidad de observar los cambios y las transformaciones de la naturaleza.

Uno de los indicios más certeros que tenemos para comprobar que a lo largo de una vuelta al sol el entorno se transforma, son los cambios en las estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno. Para los griegos todo ocurría por la siguiente razón, el rapto de una mujer.


Cuenta el mito que Perséfone, o Proserpina en la mitología romana, era hija de Deméter y Zeus. Hades, el dios del inframundo, quedó enamorado de su belleza, pero al no ser correspondido decidió raptarla. Su madre la buscó durante nueve días y nueve noches, provocando una gran sequía en el mundo, dejaron de crecer las plantas, frutos, cereales o cualquier otro tipo de cosecha. Zeus, para solucionar esta situación, le pidió a Hermes que rescatara a Perséfone y la devolviera a su madre; pero esto no sería posible si ella había probado ya la comida del inframundo. Hades, al tanto de estas condiciones, se apresuró a darle unos granos de granada para retenerla a su lado, de los que ella comió únicamente seis.

A pesar de resistirse a dejarla ir, tuvo que aceptar algún tipo de trato, y concedió el permiso de que Perséfone fuera a visitar a su madre seis meses al año, y pasara los otros seis con él, en el inframundo, la misma cantidad de granos que ella había comido. Cuando Perséfone volvió con Deméter, ella la recibió con alegría y abundancia. Es por eso que cuando madre e hija se encuentran en el mundo es la primavera y el verano, pero cuando Perséfone regresa junto a su esposo, su madre llora y se entristece, reinando el frío en la tierra, las plantas y los frutos dejan de crecer, todo se vuelve árido, es cuando a la tierra llegan el otoño y el invierno.


Ficha técnica:

Gian Lorenzo Bernini

El rapto de Proserpina.

1621 -1622

Mármol, altura 25,5 cm

Roma, Galeria Borghese



Una de las obras más representativas de este episodio de la mitología, es la que se encuentra sobre estas líneas, del escultor italiano, del periodo barroco, Gian Lorenzo Bernini. Se trata de una escultura hecha de mármol, en ella podemos observar a Hades tratando de mantener a Perséfone sujetada a su cuerpo, oprimiendo sus muslos y caderas, para evitar que se escape, mientras ella, en un gesto de contorsión, se retuerce, intentando zafarse inútilmente de las manos de su captor. Junto al par de figuras encontramos al fiel acompañante del dios del inframundo, Cerbero, el perro de tres cabezas que custodiaba la entrada a este lugar.

De esta escultura es sorprendente la capacidad del artista, para transmitir el movimiento, del momento justo en el que la mujer es raptada, y la fuerza que imprime el personaje masculino sobre el cuerpo de la mujer, dando la sensación como si el mármol fueran piel y músculos verdaderos.



Una vez que conocemos esta historia, que intenta darnos una respuesta a los cambios de las estaciones, nos podemos hacer la siguiente pregunta, ¿se puede raptar en la actualidad, a una mujer, con la misma facilidad con la que se relata en los mitos griegos? Cada uno de ustedes dará su respuesta a esta pregunta, lo que sí podemos asegurar, es que cualquier agravio que se le haga a una mujer es algo que hasta la naturaleza misma lamenta, y todos terminamos padeciéndolo. Mientras nos encaminamos a construir una realidad en la que este tipo de situaciones cambien, así como cambian las estaciones del año, esperemos ansiosos la próxima visita de Perséfone a la tierra.



Dante Gabriel Rossetti.

Perséfone o Proserpina.

1874.

Óleo sobre lienzo.

125 x 61 cm

Ubicación: Tate Britain, Londres.

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